Presentación

El antiguo inmueble en el que se fundó la imprenta Grandizo es en la actualidad una papelería. Aunque sus interiores han sido modificados, todavía se conserva la fachada original de estilo mudéjar. Ese sitio es el punto fundacional de la historia que hasta el momento nos interesa. Allí se editaron innumerables publicaciones y panfletos independientes y de carácter liberal desde finales del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX. A lo largo de cuatro generaciones este lugar ha sido uno de los referentes importantes en la ciudad de Llerena. Dn. Pablo Fernández-Grandizo y Soledad Marín Ortiz de la Tabla, fueron los primeros dueños del lugar y al inicio de la guerra civil, después de una carrera como abogado, activista y editor, fue ejecutado a tiros. Entonces, Soledad Martín de Fernández Grandizo, su viuda, tomó la dirección de la imprenta. Muchos años después, debido a sus condiciones de edad, Soledad le traspasó a su hija María aquella responsabilidad aún cuando ésta ya residía en Madrid con sus hijos mellizos desde la década de los cuarenta, del siglo pasado. Años más tarde, la imprenta fue comprada por el Señor Enrique López, un primo segundo de la familia Fernández Grandizo, y a su muerte ésta fue retomada por su hijo Adelardo López, cuando él tenía 17 años. Él todavía conserva la primera prensa de tipos móviles con la que dio inicio esta historia hace poco más de un siglo.

La intención de esta exposición es intentar dibujar un fragmento de la historiografía de la ciudad de Llerena a través de la genealogía de una imprenta y de un grupo de mujeres. Por esta razón, el proyecto arranca con una reflexión extendida sobre la palabra y en especial sobre la palabra impresa, escrita y grabada. Para poder trabajar en este punto será preciso revisar distintos archivos y bancos de memoria tanto de la ciudad de Llerena como de los miembros de la familia que aún sobreviven. Sabemos que la memoria familiar busca preservar lo que ha sucedió y al mismo tiempo, busca proteger a sus miembros de lo que realmente sucedió. Para desentrañar la primera disyuntiva hemos considerado, entre otras, la participación del archivero de la ciudad; mientras que para aproximarnos al tema de la palabra será necesario discurrir por los vericuetos de las visiones ínter-intergeneracionales de los miembros y amigos de la familia Fernández-Grandizo:

–¿Quién tiene la palabra?–
–¿Quién habla y quién calla?–
–¿Quién olvida y quien recuerda?

Eduardo Bernal

Fachada actual.

Pablo Fernández-Grandizo Niso y Soledad Martín Ortiz de la Tabla

Introducción

Siempre he vivido en el mismo lugar, pero nunca he vivido cerca de mi abuelo. Cada año tengo la fortuna de viajar a verlo o de que él viaje a Colorado a verme a mi. En los años que he vivido he pasado por pocas dificultades, la más grave siendo la separación de una novia que al fin y al cabo ha sido una bendición. Siento que me ha tocado una fortuna increíble, quizás lo sentimos todos en algún momento dado pero bueno solo puedo decir eso porque soy afortunado. Sin duda sé que mi abuelo lo siente todos los días. Yo no tengo una maleta verde. Nunca me han detenido ni perseguido. Sin embargo, estoy en una fuga perpetua… de algo. Por eso fumo tanta mota, quizás, y por eso trabajo tanto, no sé, para escapar del aburrimiento, del internet, de la tristeza, de la necesidad constante para una gratificación instantánea. No sé si esta tendencia es una condición humana o un fenómeno causado por la modernidad y pronunciada por la abundancia de tecnología e información, bueno, de toda manera este es un mundo de cosas insaciables. Quiero que me den una maleta verde. Lo quiero heredar y lo quiero merecer. Deseo un viaje de héroe, una odisea donde la necesidad del destino me lleve a un lugar que será plenamente mío.

Me parece que no escogemos los lugares sino los lugares nos escogen a nosotros. Yo quiero y no quiero estar aquí mismo. Tengo muchas opciones lo cual me hace sentir paralizado, me vuelvo parapléjico al pensar en mi vida y las oportunidades que tengo. Oportunidades. (Me recuerdo de las primeras instrucciones que dio mi abuelo. Regresando del parque en el invierno en State College Pennsylvania donde me congelé, empapado de nieve derretido, mi abuelo me regañó por no cuidarme el cuerpo, por arriesgar mi salud corporal ante el frío imperdonable de Norte América). La segunda vez que me recuerdo de haber recibido instrucciones de mi abuelo fue en el verano del 2010 en Berlín. Estábamos caminando cerca de Alexanderplatz y el Museo Bode hablando sobre temas generales en mi vida. Se había muerto mi abuela en la primavera del año anterior y nos afectó mucho a todos. Perdí demasiado con mi abuela, me sobraba tanto amor que le quería dar. Lo tuve que emitir. Entonces mi corazón se abrió y se extendió como una flor estirándose hacia el sol, el símbolo de nuestro padre, el símbolo encarnado en mi abuelo Manolo. Me recuerdo de estar caminando en el sol veranero de Alemania pasando por una zona de construcción típica de las grandes ciudades constantemente en desarrollo mi abuelo me dijo que aceptara todas las oportunidades que me presenten, <<así tendrás todas las puertas abiertas y luego podrás escoger los caminos que quieres tomar>>. Puede ser que haya demasiadas oportunidades, demasiadas puertas para abrir? Las intento abrir todas pero siempre me quedo corto.

En estos días solemos conocer el mundo a través de una pantalla. Mi abuelo maneja el iPad mejor que Steve Jobs (por supuesto). Yo, como muchos de mi generación, a cada rato busco algo que me pueda satisfacer en esa pantalla. He conocido gente en la pantalla. Veo conocidos que están al otro lado del mundo en la pantalla. Comunico con la gente que amo a través de la pantalla, y mi abuelo también. Sin embargo él vivió en un mundo sin pantallas y yo no. Con mi edad él no pudo ver esas imágenes, los textos e historias que se publican y se proliferan cada segundo. Él no pudo ver pornografia en su movil. No fumaba marihuana ni escuchaba música rap. El rap no existía. El viaje de mi abuelo creó mi viaje y él se creó en su viaje. Y aquí estoy con el tinder y el Trump, medio confundido. La pantalla nos conecta y nos informa pero no nos gratifica. Los relatos de mi abuelo son instrucciones que solamente puedo recibir de sus palabras y de su voz. Estas instrucciones conservan el vínculo entre nosotros, la herencia de una historia preservando la continuidad entre padre e hijo.

Hambriento y a la vez rodeado de abundancia…
El tigre del zoológico que no se tiene que mover para la comida.
Cuando quiero fumo lo que deseo y siento que soy un cerdo con un corazón concreto.
Vivimos en el pleno abuso de la naturaleza…

Cómo era el hambre de mi abuelo? En qué pensaba cuando llegó a París? En sí mismo? En su familia? En muchas cosas, pues, seguro que su mente joven lleno de curiosidad pensaba en una multitud de asuntos. Podría haber pensado en su agencia limitada o podría haber estado enamorado de las calles de París sabiendo que el mundo seguiría siendo un lugar hermoso que reserva lugares para sí mismo, es decir, para él y para nosotros. No sé si estaba picado por el gobierno tiránico de Franco ni cuantas veces se sintió derrumbado. <>. La corriente nos lleva a sitios determinados y solamente hace falta sacar la cabeza del agua de vez en cuando y respirar, apreciando la belleza que nos rodea. Siempre he conocido mi abuelo como un optimista. Él encuentra lo más cómodo y apreciable en todas sus experiencias. He aprendido tanto de él, y me sigue dando instrucciones para que yo pueda seguir la luz que es capturada en su imagen y lo pueda preservar cuando la imágen sobra y él falta. Tengo muchas preguntas que jamás serán acompañadas por una respuesta, ese vacío es lo que no aparece en la imagen, son las luces apagadas que hay que encender o las encendidas que hay que apagar.

 

Llerena 1933-1948
Mi historia comienza donde comienza el tuyo. Es decir, sin ti no soy nada. Tu cuento y tu imagen son continuados en mi, sin esos efectos no soy nada.
El paisaje de Llerena era un paisaje de una guerra latente, una lucha inminente. El paso de la guerra y sus resultados no las puedo entender, no las puedo dar sentido. Tu qué entendiste estando tan cerca de aquello? Sabías cómo murió tu padre? Cuando lo descubriste? Sabías quién era tu abuelo y quién era tu tío cuando eras niño? Que cosas te contó tu madre sobre lo que pasó en 1936?

La tierra seca, fértil para los olivos y árboles de bellota, un paraíso del puerco ibérico.

Te miro, torre, desde el lugar en la que estoy plantando. Desde cualquier lugar en el pueblo tu presencia se impone, una contundencia elegante, tu carácter mestizo y mudéjar, cinco niveles de las mezclas del pasado, son niveles del infierno forzando y forjándose hacia el cielo. Me fascino con los varios desfiles de tu estilos e historias que recorren tu cuerpo altísimo y procuro que mi sombra esté paralela a la tuya, persiguiéndote como el sol persigue al horizonte.

Dime tu lugar favorito en el campo Llerenense y llévame allí donde veraneaban y jugaban con los animales del campo, Los Molinos. Dirígeme a tu ultimo dia de escuela en Llerena, al comienzo de tu viaje a Madrid. Háblame de tu madre que hizo tanto por nosotros.

Te busco en todas partes y siento que estás allí. Tu sabiduría, tu calma, la presencia absoluta de tu ser me atrapa y deseo personificarte. Eres el padre de mi padre, el padre último, y yo soy tu hijo. Sin embargo nunca seré usted y quizás al fondo por que no puedo no lo quiero ser. Tu imagen y tu cuerpo sobran de mis deseos más idealizados. Osea nunca llegaré a los ranchos trópicos donde tu llegaste, aunque eso sea mi última meta. Será porque esos campos no existen más que en los cuentos que conocemos y compartimos en nuestra imaginación colectiva? Sobran las imagenes pero faltan las personas. Dime lo que significa ser padre y explicame lo que es un padre ideal. El padre es como el campo elyseo por lo cual tenemos una imagen pero nos falta un ejemplo concreto y presente.

Freud dijo que el padre es la ley. El padre es el que manda y nos dice cómo comportarnos. También es nuestra primer amenaza a nuestra madre, el orígen del mundo. El padre nos avisa en asuntos prácticos y lo honramos con mantener el orden. Sin embargo nos bloquea de acercarnos demasiado a nuestra madre y a los misterios encarnados en nuestro ser. Mi abuelo tuvo madre pero nunca tuvo padre. Quién fue esa figura para él? Y cómo vivió tantos años sin madre o exiliado de ella? Mi abuela murió pero es la madre que busco perpetuamente. Mi abuelo vive y él es mi padre ideal. Mi guía en cuestiones intelectuales, no se preocupa y no se ocupa de nada más que los libros, la familia, y el arte. Es sabio mi abuelo pero no es poeta. Jamás será poeta, aunque en su vida creó poetas y poemas. Donde vergas dejé mi historia?

El pueblo de Llerena, la torre imponente, una plaza cuadrangular, Manolo, ocho años en la blancura de un valle entre los cerros extremeños… y BOOM Madrid. Llegó a una plaza mayor en su vida y eso sería solamente el primer retiro de su ser.
Y ser en su sombra no me asombra sino me hace pensar en cómo crear un cuento tan bonito que también sea mío. Soy Telemachus y Tlaloque, el protagonista de un cuento que está sin escribir. El cuento de mi padre se escribe en estas líneas que las escribo yo formando mi cuento escribiendo lo que no se ha escrito y repitiendo lo que no ha ocurrido. Aburrido, cuando demonios pudiste estar aburrido en una vida tan vivido? Eventos tan entretenidos que el aburrimiento lo pido; pero no hay un momento de descanso para pensar en lo que pudo haber sido (y si lo hay, piensa en algo más cabrón!).

Estoy en un España cerrado mientras el mundo se abre delante de mis ojos. Fui a Francia y me encantó, quise ver más que esta cultura cerrada bajo una dictadura malvada. Entonces me metí en problemas, apropósito, por entretenerme y por tener una salida (una salida forzada). Mi aventura comenzó con el rebellión. Quizás… La verdad es que habían varias razones que me metí en esa situación. Pero sí, fue la ebeldía que me puso en la carcel.

Tus palabras son mi guión y mi sombra es tu imágen (que me sigue a todas partes). No me recuerdo de mucho de los primeros años en Llerena. No sé lo que entendía de la situación política, pero sí me recuerdo de la imprenta, de las calles llerenenses y de los Molinos. Yo era un niño muy débil, casi malnutrido y por eso me quedé un año más que Emilio. La escasez no me molesta pero he tenido mucha fortuna de que la gente siempre me ha cuidado. Años después Emilio fue el que estuvo débil. Él era un crack (como dirían en España hoy en día); jugaba baloncesto con Estudiantes, fumaba, dibujaba, pintaba, montaba en bicicleta, y como un verdadero artista bromeaba y divertía, en plan lo hacía todo bien. Yo, al contrario, leía, nunca aprendí montar en bicicleta, remaba (y sigo remando… en el Retiro cada vez que voy a Madrid), veía espectáculos de opera, orchestra, obras de teatro, música de cámara, y observaba. Me encantaba ver el Atleti jugar en el Estadio Metropolitano de Madrid. Me gustó Francia cuando fuimos en el 53 para cosechar manzanas en Rouen. Conocí una chica que también me gustó. Quizás por eso no estuve tan preocupado cuando habíamos cruzado la frontera, dejando a Emilio, mi espejo, hermano gemelo, y mi madre (recia y valiente) atrás …
Munis abrió el mundo para mí. Siempre voy a agradecer lo que he izo por mí, llevándome a la cárcel Carabanchel donde compartimos la celda con unos masones y un estalinista (no sé cómo no se partieron la madre en esa celda). Qué alegría me dio verlo fumando en el patio de la cárcel cuando llegué. Solamente había un hueco pequeño en la puerta donde se podía ver hacia fuera; ese hueco reforzado por el eco que hacían nuestras voces en ese edificio panóptico, concreto y metálico. Yo jugaba ajedrez con uno de los masones, me gustaba estar en la celda con esos hombres mayores, todos víctimas de la circunstancia, de la represión, de ser como eran. Sobre todo me gustó estar encerrado con Munis: la figura más fascinante de mi vida, el trotskista que había luchado en la guerra civil, el amigo de Trotsky y de los surrealistas franceses, el revolucionario escritor, el hombre seductor siempre fiel a sus ideas. Cada domingo ponían música, siempre la misma, la sinfonía número 9 de Dvořák… el mundo nuevo. Cómo nos vacilaban con esa música del mundo nuevo, siempre la misma. Yo tenía 20 años y no se dieron cuenta hasta que llegó mi cumpleaños en julio. Me metieron en el bote en enero, así que pasé seis meses allí con los mayores de edad, estudiando, aprendiendo, disfrutando esta formación intelectual. Después me transfirieron al reformatorio de adolescentes (en el mismo Carabanchel) donde mis compañeros eran unos burros, pero nos dieron más libertad y había rejas en vez de un huequito en la puerta de la celda, se iba abriendo la vista. La apertura de la puerta se iba agrandando, a través de ese hueco encontré más puertas y me metí en una de ellas antes de que cerrara. Detrás de esa puerta encontré un mundo nuevo. No lo encontré, lo creé (con mis manos temblorosas), pasando por la puerta abierta fue la creación de mi vida, como dios lo fabriqué todo con barro o maíz o caña de azúcar.

Madrid 1948-1952

Árbol genealógico

Casimiro y Bernarda

Pablo Fernández-Grandizo Niso y Soledad Martín Ortiz de la Tabla

María Fernández

Zacarías Laguna

Emilio Laguna

D. Pablo Fernández-Grandizo Niso en el comienzo de la última revolución española: 14 de abril de 1931

RESUMEN: Extremadura durante siglos fue una región invertebrada y a la deriva de los intereses particulares de la monarquía española. Sus tierras estuvieron sometidas a la administración del realengo, de la nobleza, de las encomiendas militares, de los prioratos y obispados. Tras las desamortizaciones liberales del siglo XIX engendró el caciquismo: otro elemento de desequilibrio social. A comienzos del siglo XX, unas pocas personas, entre la pequeña burguesía extremeña, tomaron conciencia e intentaron fomentar una identidad regional propia y un consecuente desarrollo socioeconómico; D. Pablo Fernández-Grandizo Niso sería una de ellas. Junto con su esposa Dñª. Soledad Martín Ortiz de la Tabla se emplearon sobre esta tarea, fundamentalmente a través de la prensa impresa. El compromiso político republicano de D. Pablo le llevó a ser el primer alcalde de la II República española en Llerena, su ciudad adoptiva, en la que junto a Juan Simeón Vidarte proclamaron, la tarde del 14 de abril de 1931, desde los balcones de las Casas Consistoriales, la instauración de la II República.

Francisco J. Mateos Ascacibar
Isabel Altozano Martín

Contra el poder: revoluciones y movimientos populares en la historia
XX Jornadas de Historia en Llerena
Llerena, Sociedad Extremeña de Historia, 2019

Si hay una virtud deseable para todos los ciudadanos ésta sería la civilidad. A decir de G.K. Chesterton: “una forma de urbanidad entre las personas y respeto hacia las leyes que permite crear sociedades justas y fuertes”. Con ella los pueblos se apartan de la naturaleza salvaje y la ignorancia para abrazar el conocimiento y la educación. No nacemos con civilidad. Esta virtud debe ser aprendida por cada uno; sobre todo con el ejemplo de otros semejantes, que ya posean esa forma de comportarse en sociedad, y que no es otra sino la que parte del principio de que todas las personas tienen una misma dignidad y merecen un trato digno (tratar a otros como uno quisiera ser tratado). La civilidad necesita del razonamiento; se sustenta sobre ideas que, con un sostén argumentativo, entienden e interpretan las normas, las leyes y las costumbres. Los que se conducen con civilidad, se apartan de la ignorancia. Ella aleja a la sociedad de la barbarie en pos del progreso.


El presente trabajo, a la par del relato de unos sucesos políticos, nos retratará a dos personas que fueron ejemplo de civilidad en sus vidas: D. Pablo Fernández-Grandizo Niso y su esposa Dñª. Soledad Martín Ortíz de la Tabla. Él, como abogado y político, siguió la estela de D. Manuel Azaña y justificaba el uso del poder como impulsor de la civilización; partidario de la evolución y no de la revolución (cargada siempre de ignorancia y barbarie). Ella, mujer de estudios y acendrada fe católica, implicada en la emancipación femenina. Ambos merecían un reconocimiento como para redimirlos, de esta manera, de esa segunda muerte que nos sucede a todos nosotros: la de nuestros nombres. Aquí, rescatamos sus nombres para que figuren en nuestra historia local.

Fig. 1. El matrimonio Fernández-Grandizo Martín en las oficinas de la Imprenta Grandizo de Llerena

Pablo Fernández-Grandizo Niso

D. Pablo Grandizo, que es como popularmente se le conocía en la ciudad, nació en Brozas el 14 de agosto de 1875. Su padre se llamaba Casimiro Fernández Grandizo, que casó con Bernarda Niso; tuvieron 4 hijos y Pablo era el mayor; el segundo hijo, llamado Fabián emigró a México a principios del siglo XX, donde se estableció. El padre de D. Pablo era natural de Bembibre del Bierzo (León). Vino con su familia a Llerena a mediados de la década de los 90 del siglo XIX. Era Ayudante Segundo de Obras Públicas; y así figura como tal en el Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración de los años 1898 y sucesivos.

Este cuerpo de Ayudantes se fundó a raíz del Real Decreto de 4 de febrero de 1857, cuando se fundó la Escuela Especial de Ayudantes de Obras Pública, con el fin de “dar la instrucción conveniente a los individuos que en adelante aspiren a ingresar como facultativos en el servicio de Obras Públicas”. La Ley de Obras Públicas facultaba a los Ayudantes de Obras Públicas para proyectar, dirigir y vigilar las obras públicas costeadas con fondos provinciales o municipales. El Estado era quien asignaba los destinos de estos ayudantes. Casimiro Fernández Grandizo murió en Llerena el 13 de febrero de 1902.

D. Pablo Grandizo, ya con veintiuno años, y habiendo terminado la carrera de Derecho, espoleado por su compromiso con el progreso y el desarrollo de su tierra natal, editó y dirigió el periódico local La Semana Llerenense. Era un periódico sin color político (Fig. 5, Anexo I). En el mismo colaboró una parte importante de la joven burguesía llerenense del momento; así, los abogados D. Juan Domínguez de la Cámara, D. Cesar del Cañizo y D. José James, el farmacéutico D. Antonio Peña, el licenciado en Filosofía y Letra D. Rufo Moreno, D. Rafael Domínguez, estudiante de Derecho y el maestro E. Eulogio Montero Santarén. La única mujer que también colaboró en el periódico fue Dñª. Soledad Martín Ortiz de la Tabla. La publicación apareció en noviembre de 1896 y cesó en el mismo mes de 1897. Su vida no fue tan efímera como cabría suponer; en tanto y en cuanto un año en la vida de un periódico, era algo muy normal en aquella época. Después de la revolución de 1868 se aprobó la Constitución de 1869 que reconocía la libertad de prensa y ello hizo posible que se multiplicaran las ediciones de periódicos, incluso en el ámbito local. Posteriormente en 1883, la Ley de imprenta (Ley Gullón) establecida por el gobierno liberal de Práxedes Mateo Sagasta incentivó aún más las publicaciones periódicas y es en ese clima donde se enmarca la edición de este primer periódico dirigido por D. Pablo Grandizo.

Es necesario hacer una breve descripción del contexto social de aquella época para poder valorar de manera más clara la importancia de esta actividad editora. La Extremadura de finales del siglo XIX era una sociedad fuertemente ruralizada, y, además, con grandes desequilibrios sociales. El catolicismo dominaba el panorama intelectual y se empezaba a manifestar un cierto regionalismo de carácter meramente cultural y también muy tamizado por la fuerte influencia católica. En verdad era un ambiente opresivo, sobre todo para cualquier grupo de personas jóvenes; en nuestro caso particular, todos ellos casi recién licenciados y prestos a abrirse un futuro profesional en la sociedad. La prensa era una válvula de escape para sus inquietudes intelectuales y sociales.

Por otra parte, la política desamortizadora liberal había generado en la región un sistema latifundista de tenencia y explotación de los recursos naturales, que generaba unas grandes desigualdades sociales. A este panorama social se sumaba un débil sistema educativo que mantenía una gran masa de personas analfabetas (67% de la población en 1910, llegando en el caso de las mujeres hasta el 80%). Además, las infraestructuras y las comunicaciones de la región estaban muy atrasadas impidiendo de esta manera la incorporación a la revolución industrial y, sin ella, muchos extremeños, ya en aquellas fechas, se veían obligados a emigrar. Finalmente, el sistema político de la Restauración borbónica, cuasiparlamentario, trufado de caciquismo, conseguía excluir con el sufragio restringido o por el fraude electoral a las clases medias y el proletariado, y ello empezaba a ser cuestionado por algunos, especialmente los jóvenes. En este sentido D. Pablo siempre mostró un ánimo por impulsar a la acorralada pequeña burguesía hacia un papel social protagonista. Este espíritu de emancipación lo mantuvo hasta el final de sus días.

El carácter general de los extremeños pudiera ser considerado, en aquellas fechas, como fatalista, puesto que la mayoría estaban siempre preocupados por superar las numerosas dificultades cotidianas. Esto también favorecía el sentimiento individualista de los extremeños y lo dificultoso que suponía para cualquiera el emprender empresas colectivas, en forma de grupos sociales y en pos de unas mismas inquietudes de progreso. Para la enmienda de este estado de cosas dirigieron una gran parte de sus esfuerzos a lo largo de sus vidas D. Pablo Grandizo y también su esposa Dñª. Soledad y lo harán también publicando en otros periódicos de nuestra región.

Para aquellas fechas D. Pablo ya tenía su bufete en Llerena. Atendía a clientes de toda condición social; también a los faltos de recursos: generalmente campesinos, yunteros y jornaleros. En aquella época no faltaban pleitos y sospechosos acosos de grandes terratenientes, que tras conseguir tierras con las desamortizaciones, algunas veces querían redondear sus fincas donde entraban medias partes. En definitiva, que D. Pablo ganó ciertas enemistades a cuenta de pleitos sobre lindes. El sello y membrete de su bufete habla bien a las claras de sus ideales sociopolíticos. En el mismo reza: Pablo F-Grandizo y Niso, Abogado, y en el centro del circulo los términos: Llerena, Extremadura y España. El orden en el que figuran estos términos nos habla de su compromiso con la identidad local y regional. Un compromiso que le acompañó durante toda su vida, como veremos más adelante (Fig. 6, Anexo I).

Tras conocerse por medio de sus colaboraciones en La Semana llerenense, D. Pablo entabla una relación sentimental con Soledad Martín Ortiz de la Tabla. Terminan casándose el 23 de enero de 1901; evento que es recogido en la Revista de Extremadura. Ambos eran colaboradores de dicha revista desde su fundación en 1899. En concreto, en esa revista solamente colaboraban tres mujeres: Dñª. Carolina Coronado, Dñª. Camelia Cociña de Llansó y Dñª. Soledad. El periódico Nuevo Diario de Badajoz, también dio la noticia por su corresponsal Erredé:

“Hoy, 23, en la parroquia de la Granada se ha celebrado el matrimonio de la señorita Soledad Martín y Ortiz de la Tabla, con el joven abogado de esta D. Pablo F. Grandizo. Bien conocidos son los nombres de los contrayentes en las letras; ambos han firmado artículos y poesías en periódicos y revistas de circulación y principalmente ella ha honrado con su pluma muchísimas veces las columnas del Diario, haciendo popular el pseudónimo de Julio en las Charlas que publicaba todos los domingos ese periódico, a la par que él dirigía con acierto la Semana Llerenense, dándose a conocer como buen periodista. La ceremonia ha sido solemne …”

Además de su trabajo como abogado, desde el año 1901, D. Pablo es nombrado en diferentes años, no siempre consecutivos, y hasta 1921, como Juez Municipal por orden de la Audiencia de Cáceres. Estos cargos se otorgaban siempre que fuese posible a licenciados en Derecho; pero, además, según dice la Real Orden de 21 de agosto de 1895, que regulaba estos nombramientos, “se buscaba jueces honrados, imparciales e independientes, personas con la capacidad moral que se funda en la honradez, en la rectitud, en la entereza y en la imparcialidad reconocidas”, y continua diciendo: “para que sean por ellas una garantía de la paz pública, de la justicia y de la observancia de las leyes”

En el año 1903, D. Pablo funda la Imprenta Grandizo. Una empresa que, después de muy diversos avatares, aun permanece hoy día abierta, ya bajo la dirección de otras personas de la línea familiar de Dña. Soledad. En esta imprenta el joven matrimonio dará comienzo a otra aventura editorial de la mano del periódico El Curioso Extremeño. Fue un periódico de información general sobre la ciudad, con un importante apartado de corte cultural y creación literaria. D. Pablo y otros colaboradores eran responsables de las noticias políticas y sociales y de otros temas de actualidad y, por su parte, Dñª. Soledad completaba la parte dedicada a la creación literaria, a la cuestión feminista y también a algún tema social o político. La tirada era quincenal, salía a la calle los días 10 y 25 de cada mes, y llegaron a salir 28 números desde julio de 1905 hasta septiembre de 1906. La empresa fue meritoria teniendo en cuenta el alto grado de analfabetismo de la población, los precios excesivos del papel de impresión, los gastos de las tarifas postales y las suscripciones sin abonar. Nunca fue una empresa de lucro económico. Fue un periódico de espíritu progresista. En él llegó a publicar el teósofo Mario Roso de Luna sus artículos “Regionalismo de pura cepa” y “Las cuarenta cartas de la baraja extremeña”. También escriben otros autores como Vidarte, Carmen Nevado y “Ripiosin” La mayoría de los colaboradores escriben bajo pseudónimo; en concreto Soledad lo hace bajo Julio y Victorina y ella es quien escribe todos los textos de la sección “Entre Nosotras”, dedicada a las lectoras. Esta sección es una de las más importantes de la publicación (Fig. 7, Anexo I).

Sin embargo, D. Pablo firma con su nombre. Él será el encargado de seguir la actualidad política de la ciudad, así como de algunos pueblos de la comarca, hace crónica de los procesos electorales, da cuenta de las cuentas y haciendas municipales, comenta temas de actualidad política local, regional y nacional, también actuaciones gubernativas, etc. De todas maneras, y como ya dijimos anteriormente, el matrimonio participaba de unas mismas ideas en cuanto a la regeneración de Extremadura y la superación de la indolencia secular. Como ejemplo de ello podemos mostrar parte de un artículo publicado por Dñª. Soledad, bajo el pseudónimo de Julio en número del 10 de mayo de 1906 y que dice así:

“Si aquellos valerosos íberos que en época remotísima fundaron la gran ciudad de Regina Turdulorum levantasen la cabeza hoy… no me cabe duda que ante el espectáculo de decadencia lastimosa que brinda el pueblo llerenense, los íberos doblarían otra vez la cerviz, vencidos por un efecto indescriptible de angustia mezclada, sin duda, de indignación… Opino, sí, que los llerenenses, algún día, convencidos de que Llerena a dormitado bastante sobre los laureles de sus remotas grandezas, experimentarán la necesidad imperiosa de despertarla, y la despertarán conducidos ellos mismos, por su propio esfuerzo, a ese concierto magnífico que forman los pueblos cultos y bien dirigidos, y que se llama, como habréis adivinado, civilización.”

La vida política de Llerena en aquellos primeros años del matrimonio giraba en torno a los caciques que representaban a la facción liberal y la conservadora del sistema turnista. Aquí ejercían su influencia el Conde de Romanones, el Marqués de Valdeterrazo o el Conde de Canilleros. El grupo de intelectuales con profesiones liberales de la ciudad, al que pertenecía D. Pablo, a lo largo de los años mostraban bien sus afectos o bien desafectos a los políticos locales que gobernaban el Ayuntamiento. El nivel y la intensidad de la crítica es lo que iba marcando los tiempos y los juegos de intereses. En 1910 consigue la alcaldía de la ciudad Fernando Zambrano de Alday y D. Pablo entra a trabajar en el Ayuntamiento como secretario del mismo. Estaría en el cargo hasta 1913, fecha en que Fernando Zambrano es nombrado diputado provincial.

Fernando Zambrano tomó la iniciativa para la mejor urbanización de la ciudad, con el pavimentado y acerado de calles como la Aurora, Valdeterrazo, León XIII, la Plaza mayor y urbanizó la avenida de la Estación de ferrocarril. También procuró la promoción de la Feria de ganados de San Mateo, que entonces se encontraba en franca decadencia. D. Pablo como secretario del Ayuntamiento ofrecía todas las garantías al alcalde para la realización de estas acciones. De esta manera, en el año 1910, D. Pablo fue uno de los promotores de la creación de una Sociedad de Fomento de las Ferias de Llerena, de la que era su secretario, bajo la presidencia del alcalde (Fig.8, Anexo I). En esta Sociedad, además de los ya nombrados, estaban: Juan Buiza, Joaquín Vidarte, Rafael Montero, Félix Mariano Écija, Cesar del Cañizo (abogado), José Castelló (propietario), Luis G. Rapela, José A. de Llera (propietario), Antonio Peña (farmacéutico), Raimundo Pérez (banquero), Antonio González Correa, Jerónimo Gómez (propietario y posterior alcalde durante la Dictadura de Primo de Rivera), Fernando Cachadiña, Rafael Domínguez (abogado y corresponsal de prensa) y Juan del Rio. En aquellos días D. Pablo figuraba en la lista de mayores contribuyentes de la ciudad.
En aquellos años D. Pablo mantuvo relaciones de amistad con casi todos los intelectuales de la ciudad: el abogado Simeón Vidarte y Tarancón (abogado y padre de Juan Simeón Vidarte), Arturo Gazul Sánchez-Solana (escritor), Joaquín Echávarri (médico), Ángel James y González (registrador de la propiedad), León Cubero o Luis Peña, muchos de ellos colaboradores en el Curioso Extremeño. El jefe republicano del distrito de Llerena, Daniel Rubio Báez, también era amigo de D. Pablo.

El 8 de marzo de 1924 la dictadura militar de Primo de Rivera promulga el Estatuto Municipal con la intención de celebrar elecciones municipales. Unas elecciones que nunca se llegaron a celebrar. No obstante el PSOE y los partidos republicanos, aun no estando de acuerdo con dicho Estatuto decidieron que sus afiliados se inscribieran en el censo e incluso que se presentaran listas de concejales. El 24 de agosto se presentaron en Llerena dos listas de candidatos. Por parte de los republicanos fueron: Manuel Núñez Amandi, José Iñesta Díaz, Pablo Fernández-Grandizo, Delfin James Becerra, José Cortés Millán, Balbino Ramos Jiménez, Fernando Cachadiña Jiménez y Valentín Silva Fernández. Por parte de los socialistas: Miguel Viezma Castaño, Rafael Maltrana Galán, Quintín Rubio García, José Fuentes Rodríguez, Agustín Rafael Randos, Nolasco Santos Murillo, Valentín Molano Nisa, David Enamorado Durán, Isidro Lancharro Muñoz, Antonio Raya Álvarez y Graciano Herrera Díaz. Todos ellos quedaron defraudados; con lo que creció aún más su animadversión al régimen monárquico. Muchos de estos hombres serán protagonistas, más delante, de la vida política de Llerena durante la II República.

El paso por la dictadura de Primo de Rivera llevó a D. Pablo desde el liberalismo (había mostrado, en su día, afinidad con Canalejas) hacia el republicanismo, Unas ideas, que según su propia confesión, siempre profesó. En consecuencia, se integró en la Agrupación al Servicio de la República, cuyo presidente era D. Antonio Machado y entre sus filas estaban D. José Ortega y Gasset, D. Ramón Pérez de Ayala o D. Gregorio Marañón. De igual manera luego se afilió al partido Acción Republicana creado por D. Manuel Azaña.

Las elecciones municipales de abril de 1931

Caída la dictadura y convocadas las elecciones municipales en marzo de 1931, en Llerena se enfrentaron dos tendencias como en el resto de España: la monárquica y la republicana. La monárquica tenía a su mayor representante en la figura de D. Juan Carrasco Pérez, abogado, y en aquellas fechas alcalde de Llerena por nombramiento directo del Gobernador civil. En la parte republicana, la persona de más prestigio era D. Pablo F-Grandizo.

Se formó una coalición para acudir a las urnas denominada Conjunción Republicano-Socialista. Esta coalición denunció la nefasta confección del censo electoral, donde debiendo contener aproximadamente 2000 electores solo contenía 1648, sin excluir muertos y ausentes. En su programa identificaban claramente grandes lacras que estaban dispuestos a suprimir como “la insoportable desigualdad de los repartimientos municipales”, “los yugos caciquiles” y “ la  inhumanitaria impasibilidad con que año tras año vienen contemplando la angustiosa situación del los obreros en paro forzoso intermitente, sin que sus Ayuntamientos suelan acordarse de las exiguas consignaciones presupuestarias para obras y calamidades públicas, sino cuando tales crisis coinciden con épocas preelectorales”. Y se dirigen a los hombres conscientes de sus deberes cívicos diciéndoles “que en España es imposible liberalizar y democratizar la Monarquía, y que referido ominoso orden de cosas, consustancial con un régimen absolutista o pseudoconstitucional, solo podrá tener remedio sustituyéndolo por la instauración de una república en que el Derecho, la Justicia, la Libertad, la Responsabilidad, la Democracia y el Humanitarismo no sean vanas palabras, sino sustanciales devociones y normas jurídicas inderrocables”. Finalmente, conjuran el miedo al comunismo que han sembrado, en esos días, los monárquicos-absolutistas en la opinión pública; diciendo que “esa doctrina es absolutamente ajena a los idearios de las intelectualidades y de las masas republicanas y socialistas españolas, en modo alguno dispuestas a soportar dictaduras fascistas ni bolcheviquistas.”

La candidatura monárquica llevaba como cabeza al alcalde de Llerena en ese momento, D. Juan Carrasco Pérez. Los republicano-socialistas propusieron a D. Pablo Fernández-Grandizo como candidato más destacado. El primer dirigente del socialismo local era el maestro nacional Quintín Rubio García. Todos ellos concurrieron a las elecciones. La agrupación sindical La Fraternidad de la UGT y las Juventudes socialistas de la ciudad se implicaron en la campaña electoral con la edición de manifiestos y otros actos públicos. La Conjunción Republicano-Socialista ofreció dos grandes mítines, a finales de marzo y días antes de las votaciones. Se celebraron en el teatro Santa Isabel, con un lleno total.Era D. Pablo quien presidía dichos mítines y quien presentaba al nutrido grupo de oradores que le acompañaron. La Conjunción consiguió movilizar a sus grandes figuras locales y provinciales para estos actos apoteósicos. Así, intervinieron: Quintín Rubio García del Partido Socialista, Rafael Monterde de Alianza Republicana, Enrique Mezquita, el abogado Rafael Niños Renedo, el republicano José Majó, Victoriano Maesso (monárquico reconvertido en republicano), el ex Diputado a Cortes del Distrito por el Partido Reformista, D. Juan Uña, el abogado D. Leonardo Vidarte y D. Juan Simeón Vidarte, vicepresidente de la Juventud Socialista madrileña.
Las elecciones, celebradas el 12 de abril dieron un resultado de: 8 concejales para la Conjunción Republicano-Socialista y 7 concejales para la candidatura monárquica (Fig. 9, Anexo I). No obstante, se observaron irregularidades manifiestas en las votaciones, de tal manera que el resultado de las mismas fue impugnado y protestado ante la autoridad competente lo que obligaría a repetir las elecciones el 31 de mayo de 1931.
El día 14 de abril, sobre las nueve de la tarde-noche se proclamó la República en Llerena y según nos cuenta Juan Simeón Vidarte en su libro “No queríamos al rey” fue de la siguiente manera:

«También en la tarde del día 14, la Plaza Mayor de Llerena estaba totalmente llena de gente, parecía la época de los autos de fe. Pero era una nueva fe la que anidaba en las almas de las gentes allí reunidas. Seguido de los concejales republicanos y socialistas elegidos el día 12, entré en el salón de actos del Ayuntamiento y les declaré mi propósito de proclamar inmediatamente la República. […] mandé llamar al capitán de la guardia civil.[…] Le dije que mi propósito era proclamar la República en aquellos momentos. […]. Entonces, se presentó el abogado Pablo Fernández Grandizo, jefe de los republicanos de Llerena, con una gran bandera de la República, y el capitán desapareció. Salimos todos a los balcones del Ayuntamiento y con la bandera republicana en la mano grité: ‘Ciudadanos, en este momento queda proclamada la República en Llerena’.

Don Pablo y yo nos dimos un abrazo para sellar así la unión de republicanos y socialistas”.

Juan Simeón Vidarte, miembro de las Juventudes Socialistas, era el enlace con el Comité revolucionario dimanado del Pacto de San Sebastián, de agosto de 1930, el cual se había hecho cargo del gobierno republicano de la nación. En Llerena se constituyó también un comité revolucionario, que se hizo cargo del gobierno municipal hasta el 21 de abril en que por mandato del Gobernador civil se nombran una Comisión Gestora hasta que se repitieran las elecciones municipales el 31 de mayo, por las irregularidades y reclamaciones sobre anulación de papeletas con más candidatos señalados que los permitidos.

Esa Comisión la forman D. Pablo F-Grandizo (republicano), D. Quintín Rubio García (socialista) y D. Antonio Raya Álvarez (socialista).Esta comisión, en una votación secreta con papeletas, elige a D. Pablo Grandizo como Presidente de la misma. El cual recibe el traspaso de poderes de manos del anterior alcalde D. Juan Carrasco Pérez.

La acción política de D. Pablo Grandizo como alcalde republicano de Llerena

La Comisión actuó desde el 21 de abril al 6 de junio de 1936 y se encargó de impulsar las propuestas fundamentales del programa electoral con el que habían concurrido a las elecciones. En ello tuvo una acción decisiva su presidente D. Pablo Grandizo.
Las actuaciones más notables fueron las siguientes:

• Solicitar del Ministerio de Hacienda que los obreros jornaleros sean eliminados de los repartimientos municipales de utilidades, “ por la injusticia que entraña hacer pagar a los que no tienen ni para satisfacer sus más perentorias necesidades y para evitar que por ello se declaren estas partidas fallidas con los consiguientes déficits y trastornos en el desenvolvimiento económico”.
• Establecer concierto con los panaderos de la ciudad para bajar el precio del pan a 45 céntimos el kilo.
• Procurar que se cumpliera la jornada laboral de 8 horas en toda la ciudad.
• El ayuntamiento se adhirió a la petición de expulsión de la compañía de Jesús del territorio nacional; así como de todas las órdenes religiosas que no estuviesen comprendidas en el Concordato.
• Se solicitó la supresión el cuartel de la Guardia Civil de Cantalgallo.
• Se solicitó al Ministerio de Instrucción pública la creación de dos escuelas en la barriada de Los Molinos.
• Se inició el expediente y se solicitó al gobierno provisional de la Republica para que dictase las disposiciones necesarias para que previo deslinde del baldío conocido como Valdecigueñas, sito en el término municipal de Fuente del Arco y perteneciente al común de los pueblos de Fuente del Arco, Las Casas de Reina, Reina, Trasierra y Llerena, se haga luego su división de acuerdo a la población de cada municipio. Todo ello con el fin de iniciar un reparto de tierras entre los campesinos sin tierra, para que las trabajen como colonos o en colectivizaciones.

De entre todas ellas, fue esta iniciativa de conseguir que las últimas hectáreas de tierra comunal, que pertenecían a Llerena y que se salvaron de las desamortizaciones, fueran repartidas entre los campesinos sin tierras. De hecho, el baldío de Valdecigüeñas era una propiedad olvidada para los munícipes de Llerena, una propiedad sobre la que no se ejercía administración alguna desde Llerena. Era una finca de aproximadamente unas 2.800 hectáreas. D. Pablo era muy consciente que uno de los grandes problemas que debía solucionar la República era la propiedad de la tierra cultivable. D. Pablo era partidario de la socialización de una parte de los medios de producción (Fig.10, Anexo I). En Llerena se lograron formar dos colectivizaciones de tierras; una de ellas en 1933 y otra de 12 fanegas de tierra en junio de 1936.

Durante los 45 días de gobierno de esta Comisión Gestora, hubo ciertas interferencias sobre la acción municipal desde la Casa del Pueblo, donde aquellos de sus dirigentes, que se habían presentado a las elecciones pero que no estaban en la Comisión Gestora, querían marcar directrices. D. Pablo era el único no socialista en la Comisión y tuvo que hacer equilibrios para mantener la armonía y el espíritu de la Conjunción.

El deterioro de la confianza fue tal que D. Pablo decidió no presentarse a las elecciones del 31 de mayo a las que solo concurrió la candidatura socialista, y que finalmente se hizo con toda la representación municipal (15 concejales). D. Pablo publicó un manifiesto político donde expone sus razones ante su electorado para no concurrir a las elecciones y ello a pesar de que la agrupación socialista de Llerena le propuso explícitamente y estaba dispuesta a elegirle a él como alcalde, componiendo el resto de la corporación los miembros socialistas (Fig.11, Anexo I). D. Pablo se dio cuenta del sustrato revolucionario que en aquellos días reinaba en la agrupación socialista de Llerena así como en el sindicato La Fraternidad, vinculado a la UGT, pero en el que ejercían su dirección personas influyentes como Luis Rastrollo González, que poco después se inclinaría por ideas trotskistas integrándose en Oposición Comunista/Izquierda Comunista y finalmente en el POUM. D. Pablo nunca fue marxista.

El nuevo Ayuntamiento republicano quedó formado por Quintín Rubio García como alcalde, Isidro Lancharro Muñoz, Rafael Maltrana Galán y Graciano Herrera Díaz como tenientes de alcalde, y como concejales: Antonio Raya Álvarez, David Enamorado Durán, Miguel Biezma Castaño, Nolasco Santos Murillo, Valentín Molano Nisa, Agustín Rafael Randos, Narciso Gómez Prieto, José Fuentes Rodríguez, Sandalio Chacón García, Rufino Jiménez Morales e Isidro Esmeralda Chaves. En la sesión extraordinaria del Ayuntamiento pleno, de 5 de junio de 1931, D. Pablo asiste para dar posesión de sus cargos a los señores concejales proclamados en las urnas, “deseando a todos el máximo acierto en la dirección de los asuntos locales”. Una vez formada la nueva corporación y después de asignar los cargos, el nuevo alcalde Quintín Rubio “dedicó después un elogio al que se sumaron todos los señores asistentes, a la labor realizada por el que ha desempeñado hasta hoy la presidencia de la Comisión Gestora, don Pablo Fernández-Grandizo y Niso, acordándose que conste en acta un voto de gracias”.

Un ejemplo del espíritu pacificador y valedor del orden y el respeto a las leyes, que siempre demostró D. Pablo lo sacamos del diario de noticias La Libertad de 3 de marzo de 1932. En el cual se da cuenta de que D. Pablo, como presidente de Acción Republicana, mandó un telegrama al Gobierno civil denunciando un tumulto de obreros que asaltaron varias casas y establecimientos (la noche del 2 de marzo), mientras en el Ayuntamiento se celebraba una reunión entre obreros y patronos para el alojamiento de trabajadores. Tuvieron que acudir fuerzas de la Guardia Civil de Mérida y Fuente de Cantos ya que la Guardia civil de Llerena estaba bloqueada por los amotinados. El gobierno civil también recibió otros telegramas de denuncia de los republicanos radicales de la ciudad. En estos disturbios hubo 30 detenidos y hasta que no fueron puestos en libertad la representación obrera no firmó el acuerdo con la patronal. De todas maneras Luis Rastrollo, como líder trotskista, quedó preso hasta el mes de junio.

La II República

Don Pablo siguió con interés los avatares de los primeros pasos de la II República. Tuvo cierta influencia indirecta en cuanto era el presidente de Acción Republicana en la ciudad y su interés fue siempre que por fin se asentara en España un régimen democrático burgués. En este sentido también trabajó su yerno el abogado D. Zacarías Laguna Mogena, quien fuera fusilado en Ronda el 7 de noviembre de 1936. Este se casó con su única hija María Fernández- Grandizo Martín a principios de mayo de 1932. Por influencia de Juan Simeón Vidarte, de quien era amigo ya desde 1928, tiempos en que junto a un grupo de ateneístas crearon una biblioteca pública en el Ateneo de Llerena, fue nombrado el 5 de marzo de 1932 gobernador civil de Badajoz. Zacarías pertenecía al partido Acción Republicana y estuvo en el cargo hasta julio de 1932. Durante su mandato realizó importantes acciones y gestiones en Madrid, en torno a la Ley de la Reforma agraria, (aprobada en septiembre del 32). Qué duda cabe que Zacarías como su suegro sabían que ésta era una cuestión fundamental del nuevo régimen.

Fig. 2. D. Zacarías Laguna Mogena

Otra influencia indirecta de D. Pablo, fue a través de su sobrino Manuel Fernández-Grandizo y Martínez, conocido como G. Munis, nacido en Torreón (México), hijo de Fabián, el hermano de D. Pablo. Durante los primeros años de la República, parte de la propaganda del partido trotskista Oposición Comunista de España, del que Munis era uno de sus fundadores, se imprimía clandestinamente en la Imprenta Grandizo y llegaba a Madrid a través de diversos enlaces que venían a Llerena, uno de ellos fue el pintor surrealista español Eugenio Granell.

También tuvo D. Pablo alguna relación, por medio de su sobrino, al que quería mucho, con  Luis Rastrollo González y  Eduardo Mauricio Ortiz, ambos del comité ejecutivo nacional del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Todos ellos figuras destacadas en la dirigencias de las huelgas campesinas de esta comarca. Hay que reseñar que D. Pablo nunca fue marxista y que a su sobrino le dijo en una ocasión que él nunca viviría en un país como la Unión Soviética. G. Munis brinda la dedicatoria de su libro “Jalones de derrota promesa de victoria”: “A mis camaradas Luis Rastrollo, Félix Galán, José Martín, recios e inteligentes luchadores de la revolución socialista, asesinados por el verdugo Franco; a mi tío, Pablo Grandizo, asesinado por el mismo;  a todos los muertos por la revolución durante las batallas de España, nobles representantes de una generación que supo emplear su vida.”

Desde las elecciones generales de 1933 en que el partido de Acción Republicana dejó de existir, también D. Pablo se desvincula de toda actividad política.

Sucesos del 5 y 16 de agosto de 1936

Llerena fue tomada por las tropas del comandante Castejón el 5 de agosto de 1936. Dicho comandante implantó una Comisión Gestora en el Ayuntamiento formada por: Julio Burgueño Cortés, Ángel Montero Mateos, Miguel del Barco y Zarza, Valentín Robina Candalija, Francisco Cuellar Montaño, Francisco Ramón Carreño, Ezequiel Delgado Álvarez y Narciso Chaves Calleja

Fig. 3. Asesinados por las tropas del Comandante Castejón el 5 de agosto de 1936 en Llerena.

El día 15 de agosto, domingo y conmemoración de la Virgen de la Granada, a la salida de la función religiosa, todos los asistentes pudieron ver a D. Pablo atravesar la Plaza, conducido por paisanos armados, camino del Ayuntamiento; iba fumando un cigarrillo. Aquello fue un paseíllo a la República en la persona que mejor la encarnaba.

El día 16 de agosto fue fusilado en una finca situada en la carretera que une Llerena y Zafra. Su cuñado Delfín James Becerra ( procurador de los tribunales casado con su hermana Francisca) seguía con su vehículo particular la comitiva que conducía a D. Pablo y otros, con el fin de salvaguardar su integridad física y lo que le tocó fue volver a Llerena con el cadáver de su cuñado en el coche.

En los meses posteriores Llerena fue, tristemente, escenario de una represión muy dura y brutal; con numerosos fusilamientos, tanto en parajes cercanos a la ciudad (el arroyo Romanzal) como en el cementerio municipal con fusilamientos sistemáticos al alba, donde cayeron numerosos integrantes de lo que se conoce como la Columna de los 8.000.Fue una represión criminal masiva y sistemática sobre la población civil vinculada al Frente Popular, o tan solo republicanos. Una represión que correspondía a un plan preestablecido con el objetivo de sembrar el terror y crear una psicosis social paralizante.

Represalias contra la familia

El 14 de mayo de 1941, el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas, presidido por el comandante Luis Cabanas Vallés, reconoce la intervención de los bienes de la casa de D. Pablo, así como de su imprenta, con la prensa Minerva incluida y, además, condena a pagar al finado a una multa de 1.000 pts. (Fig. 12, Anexo I).
La Comisión Gestora municipal en un acta de 1 de febrero de 1938, reconoce la incautación de bienes de la Imprenta Grandizo por las tropas golpistas. Hay que resaltar que Dñª. Soledad, ya viuda, después que volvió a Llerena, puesto que durante los sucesos de agosto del 36 se encontraba veraneando en Rota con su hija María, con su yerno Zacarías y sus dos nietos, Emilio y Manuel (de tres años de edad), tuvo que ir hasta Fregenal de la Sierra a recuperar la Minerva que las hordas fascistas se habían llevado.

Soledad Martín Ortiz de La Tabla

“Mientras no reconozcas mis verdaderas cualidades me faltará calma para proclamarte superior a mí”

En la sociedad decimonónica, conformada predominantemente por el poder masculino, la mujer se limitaba a sus tareas del hogar y del cuidado de la familia. Esto ocurría en todos los estratos de la sociedad del momento: desde la clase más humilde a la clase alta. De este modo, la Revolución Liberal no supuso un cambio sustancial en el rol social de la mujer, aunque con la transformación económica del país, ésta fue incorporándose paulatinamente al trabajo.

Este trabajo tiene que rememorar las figuras femeninas de varias generaciones de la familia Martín Ortiz de la Tabla con el objeto de reseñar su singularidad, teniendo en cuenta las dificultades que encontraban las mujeres de sus respectivas épocas en el desarrollo de su emancipación. Las preocupaciones e inquietudes, en virtud del avance social de las mujeres, puede observarse a través de la literatura y de la pedagogía que son las herramientas que utilizarán estos tres miembros de la familia Martín Ortiz de la Tabla de distinta manera en sus respectivas trayectorias biográficas.

Fig. 4. Dña. Soledad Martín Ortiz de la Tabla

Soledad nace en Llerena en 1875 en el seno de una familia burguesa. Su padre, Emilio Martín, era un ingeniero amante de la apicultura y de las letras, pasión que trasladaría a sus hijas al igual que su espíritu emprendedor.

De su formación académica, únicamente hay constancia de una noticia en el Nuevo Diario de Badajoz (18/7/1895), donde se dice que viajó junto a su padre al colegio de Niza, lo cual denota que dominaba la lengua francesa; pero no se indica qué tipo de formación recibía, aunque todo lleva a pensar que estudió maestría, pues en aquella época era la única rama a lo que podían aspirar las mujeres.

Su amor por las letras quedó plasmado en múltiples publicaciones que enviaría a distintas revistas como veremos más adelante. Era sensible a la precariedad de los más desfavorecidos lo que le llevó, junto con su devoción por el arte y las letras, a participar en numerosos eventos teatrales con el fin de recaudar fondos para la beneficencia de Llerena. Su espíritu emprendedor le llevaría a impulsar y formar parte de dos asociaciones femeninas, “La sociedad artística La Caridad” y “El Bazar de la Beneficencia”.

Tras casarse en 1901 con Pablo Fernández Grandizo, abre junto a él una imprenta y editan su propia publicación El Curioso Extremeño, donde Soledad realizaría una profusa actividad. Tendrá dos hijos, María en 1901, de la cual hablaremos más adelante y Emilio, que nació en 1904 y que moriría a los 18 años de apendicitis. Soledad morirá en 1964, tras 28 años de viudedad en los que silenció su voz literaria.

Para comprender la complejidad de la personalidad que entraña Soledad se debe mirar hacia el contexto socio-político y más particularmente al del papel de la mujer. En la España rural existe un analfabetismo desmesurado y con mucha diferencia entre hombres y mujeres. Esto no colaboraba en la consecución por parte de las mujeres de unos derechos que les correspondían, tanto a nivel social como político. La mujer era considerada como el ángel del hogar, madre de hijos y esposa, siempre en un segundo plano y a la sombra del marido. La Iglesia, que sí llegaba a todos los rincones, apoyaba esta imagen e influía en la manera de entender la naturaleza de la mujer. Pero ya empezaban a asomar conductas que rompían con esa creencia tanto a nivel nacional como regional. Empieza a aparecer la construcción de una identidad individual y colectiva de la mujer y ellas buscan herramientas para adquirir voz propia como fue, por ejemplo la literatura. 

La sociedad española de la segunda mitad del siglo XIX era eminentemente rural, puesto que aún quedaba lejos el proceso de urbanización que en Europa ya se había desarrollado: aquí en España, solo dos ciudades, Madrid y Barcelona, rozaban el medio millón de habitantes. 

Son herederos del enfrentamiento entre liberales y conservadores de principios de siglo, también en el campo de la cultura: siguen defendiendo (Menéndez Pelayo) una concepción de España donde el epicentro es el pasado imperial y su unidad católica.

En cuanto a la mujer, la tasa del 86% de analfabetismo ilustra la limitación que tenían a en el acceso a la cultura y a su propio desarrollo intelectual, de tal manera que sólo las mujeres casadas y de clase alta tenían a su alcance cierta cultura. Se utilizaba la literatura como medio de expresión, era sobre todo una afición.  

La forma de acceder a las redacciones de publicaciones periódicas era a través de las relaciones familiares, como es el caso de Soledad en El Curioso Extremeño y en El Bético extremeño (publicación de su padre Emilio Martín); en las secciones dirigidas a la lectura femenina; en la prensa de entretenimiento familiar, accediendo al circuito a través de publicaciones infantiles como es el caso de Soledad y, finalmente, gracias al tutelaje de otras autoras (Carolina Coronado y Concepción Minerva)

Pero este sería el período del germen del regeneracionismo en el que la mujer comienza a escribir de puertas para fuera, donde empieza a pelear por el derecho a la educación y reclama su participación en la vida intelectual y pública.

En Badajoz en 1843 Pedro Coronado y Romero creó El Liceo artístico y literario de la ciudad. Su sección literaria era de las más dinámicas gracias a Pedro y Carolina Coronado y en consecuencia se crearon revistas que fueron claves para la promoción de la literatura escrita por mujeres. El Liceo de Badajoz: periódico artístico, literario, industrial (1/04/1844-08/12/1844); El Pensamiento, periódico de Literatura, ciencias y artes, dedicado al Liceo de Badajoz (18/12/1844-18/06/1845) y El Guadiana, periódico hispano lusitano artístico e industrial (16/12/1844-24/07/1846). Así pues, 1844 sería el año en el que  las extremeñas romperían barreras domésticas y saltarían al escenario público realizando colaboraciones en publicaciones pedagógicas y especializadas en  materia educativa, la mayoría con poesías. Desde la sección literaria se creó una propuesta para formar una academia que no distinguiera entre sexos. Las figuras extremeñas más representativas de este período serían Carolina Coronado, Vicenta García Mirando y María Cabezudo.

Aproximación a su persona a través del análisis de su literatura

Soledad Martín Ortiz de la Tabla nace en la España donde la alternancia en el gobierno entre liberales y conservadores no evita el progresivo empobrecimiento de la sociedad. Soledad fragua su expresión artística en un pensamiento tradicional y neoescolástico y pretende aunar los valores de la iglesia con el nuevo pensamiento racionalista.  Esto lo vemos en sus publicaciones más significativas dentro del Álbum Iberoamericano a partir de 1895, en la revista El Curioso Extremeño en 1905 y El Cangrejo en 1911, entre otros.

Soledad pertenecía a la burguesía extremeña; ya que en El Bético Extremeño escribe el ideario de dicha publicación, exaltando la laboriosidad y criticando la pereza, cabe pensar que las clases altas extremeñas atribuían a este vicio la decadencia regional. Así, podemos ver en la obra de Soledad una crítica a veces velada y otras más explícita a varios escenarios de la sociedad.

Los primeros escritos de Soledad son los que manda a varias revistas. Se tratan de soluciones a cuadros de puntos, poligrafías, metagramas y rompecabezas hacia el año 1888, en El Mundo de los niños, un periódico madrileño que pondría su imagen como portada (Fig. 13. Anexo I) y La Edad Dichosa. Esta última era una revista madrileña ilustrada de instrucción y recreo para niños y niñas donde publica juegos de imaginación, acertijos, rompecabezas gramaticales, lo que hoy conocemos por gamificación. Después pasaría a publicar sus propias charadas y cuadros de punto en la misma publicación, en La Edad Dichosa y en El Camarada (1891) revista semanal barcelonesa, donde publica cuentos breves dedicados a los niños y poesía laudatoria y romántica.

Escribe tanto prosa como poesía, y si tiene que elegir, no elige: “Prefiero la prosa y el verso. La primera para la inteligencia: la segunda para el corazón”. En 1894 publicará en La Ilustración Nacional (una revista literaria, científica y artística publicada en Madrid). «El dominó blanco” es el título del cuento que volverá a publicar años más tarde en el libro Blanco y Negro, del que luego hablaremos.

Del 1895 al 1896 en El Álbum Iberoamericano publica varias poesías y cuentos breves, artículos y estampas. Aquí aparece junto a importantes nombres como Joaquín Dicenta o Pedro A. de Alarcón, quien junto con Fernán Caballero personifican el paso del costumbrismo hacia la novela realista de la segunda mitad del siglo XIX. En esta revista escribe fundamentalmente poesía, bien dedicada a Dios o tomando como referencia los mitos grecolatinos que evidencian su versatilidad y su amplia cultura.

Resulta significativo que El Álbum Iberoamericano estuviera bajo los mandos de una mujer: Concepción Gimeno de Flaquer, representante precisamente de la mujer de alta burguesía que luchaba en favor de los derechos de las mujeres pero sin infravalorar sus tareas cotidianas. Ambas características resultan idénticas a las que Soledad representaba, salvando la distancia que supone el cosmopolitismo de Gimeno de Flaquer frente al provincianismo de Soledad Martín.

Concepción era una burguesa que lucha por erradicar la ignorancia que rodea a la mujer de su época, que es la causa de todos sus males. Piensa que la ociosidad lleva a la mujer hacia un único objetivo: satisfacer su vanidad mediante el acicalamiento personal, el seguimiento riguroso de la moda y su pasión por el lujo. Sin embargo, lucha por la igualdad académica. Escribe varios ensayos, conferencias y sobretodo multitud de artículos para su propia revista, así como para otras en las que trata de enseñar entreteniendo. No se muestra contraria ni combativa con sus opuestos. Así, en su revista, aparecerán artículos de hombres con posturas ultraconservadoras para los que la virtud de la mujer es la abnegación, candidez y belleza física, virtudes que admiran desde arriba, desde una posición de superioridad.

Entendemos que la figura de Concepción Gimeno de Flaquer está rodeada de un halo de contrariedad en lo que concierne a su postura con el feminismo. Su principal preocupación es la formación y el trabajo de la mujer junto con la capacidad intelectual. Demostrará su conservadurismo a través de críticas a varias autoras anarquistas. Defiende la emancipación de la mujer, siempre que esté casada o en pos de un matrimonio donde la mujer esté a la altura intelectual del marido.

En este sentido, otras autoras como Carolina Coronado (Almendralejo,1820- Lisboa, 1911) ,publicara en 1891 artículos donde evita el enfrentamiento con los hombres, e incluso pide perdón por hablar de temas reservados para lo masculino. No muestra una intención de rebelión contra las injusticias que sufre la mujer en beneficio del varón. 

Igualmente, Soledad se identifica con este modelo de mujer, defiende sus derechos pero no pretende alejarse de su papel como madre y esposa, no lucha con el sexo opuesto, se defiende y reivindica su papel y su importancia en la sociedad.

En 1894 Soledad conoce a Triviño, fundador del Monitor Extremeño, semanario ilustrado, científico, literario y de noticias de Almendralejo, donde publica un cuento, «Faraón». Debido a la amistad que les une y a su colaboración artística, emprenden la creación del libro Blanco y Negro, que se publicará en 1894. Soledad recibirá una buena crítica sobre su trabajo en La Ilustración Nacional (Fig. 14. Anexo I).

Nuestra autora colabora extensamente con un gran número de publicaciones, tanto con poemas, como con relatos o “pensamientos”. Su intensa fe católica le hace tener un interesante número de escritos dedicados a ensalzar la figura de la Virgen o la de Jesús, a los que muestra verdadera devoción y en los que confía plenamente, por ser dadores de todas las virtudes humanas. Abre su parte del libro con un poema a la Virgen María Inmaculada, y la presenta como centro de toda su obra y de su vida.

Por otro lado, en las sentencias es donde reflexiona sobre los hechos cotidianos, replica o cita a otros autores, como Alejandro Dumas, Sterne o Karr. En estas sentencias se hace latente el valor que el naturalismo español daba al espíritu, a la importancia de la integridad moral ligada a la familia: aceptar el sacrificio por complacer a un padre es ceñirse a una corona de espinas que enaltece y honra.  También observamos este tema en muchos de sus escritos; así en sus poemas: a su madre (“La luz del Alba. A doña Enriqueta Martín de la tabla”); a su hermana: (“Enriquetina”); e incluso al diálogo entre una abuela y su nieto, en el cual ella muestra un amor incondicional al niño y a su inocencia pura, libre de maldad, capaz de ahuyentar los malos sentimientos propios y ajenos. Rasgo que también vemos en sus relatos: “Joselín”, “El dominó blanco” y “Ángel de nieve”, en el que la pérdida de la nieta simboliza la pérdida de la esencia de la vida; “La influencia de un ángel”, en la que un niño disuade con su misma presencia al asesino de su padre.

Sabemos que el cuento se convierte así en un instrumento indispensable para el dominio y conocimiento de lo real. Ayuda a la interiorización del conocimiento, no solo de los objetos sino también de lo que la sociedad considera correcto o incorrecto, a través del aprendizaje de normas y valores sociales. Así, la acción socializadora de los cuentos responde a una necesidad de convivencia social.

Soledad escribe cuentos moralizantes,  como el cuento breve titulado Joselín, en el que trata la diligencia y buen hacer de un niño de la clase desfavorecida que ayuda a su madre a ganar dinero, pero que una vez conseguido, ella no quiere aceptárselo, así que asume que la mejor recompensa es haberla ayudado y dedica el dinero ganado a decir una misa por el alma de su padre muerto: Madre, madre mía, ved el empleo que he de dar al primer producto de mi trabajo… ¿Viueréis que lo entregue al señor cura para que rece una misa por el alma de mi padre?.

Como podemos apreciar, el profundo catolicismo de Soledad la hacía adoctrinar a través de este tipo de escritos con temas con finalidad docente y moralizadora. También defendía los valores católicos; podemos así hablar de un Naturalismo cristiano, ni pesimista ni determinista, en el que también militó Emilia Pardo Bazán. 

Esta pureza que demuestra la infancia responde a una característica del naturalismo español heredada del krausismo: el ser humano es libre para elegir entre el bien y el mal, puede diferenciarlo, puesto además en el alma de un niño, esta idea alcanza mayor pureza. Son todas ellas situaciones trágicas pero al fin y al cabo esperanzadas, diferentes a las creadas en el naturalismo francés.

Pero no solamente demuestra esta pureza a través de infantes, sino que en escritos como “Moneda corriente” la rectitud y la integridad paterna guían por el camino recto al hijo adolescente que quiere evadirse de sus responsabilidades. Estos valores que Soledad muestra en sus escritos provienen, como a hemos comentado, de su profundo catolicismo y de la influencia krausista que hicieron del naturalismo español algo diferente al europeo, cuna del movimiento. Pero esto sucedió porque la realidad española poco tenía que ver con la europea, por lo que también este movimiento en la península tardará más en llegar y ser aceptado, y, cuando lo hizo, fue con normas propias. Este movimiento se convierte en una reflexión de una pequeña parte de la población: cierta burguesía liberal, que podríamos considerar antesala de lo que estaría por venir en el siglo XX, convirtió el naturalismo en una expresión efímera de la literatura española.

Soledad Martín Ortiz de la Tabla se adscribió a este movimiento ya en sus últimos años de recorrido, solapando su creación literaria con el modernismo que llegaba de Hispanoamérica y que crearía en España un campo de cultivo para geniales poetas que estarían por venir en el siglo XX. Quizás veamos alguna influencia de estos en algunos de sus escritos, pero sobre todo en el tratamiento de la mitología grecolatina, aunque en su relato “Un sueño de ambición” podemos vislumbrar quizás cierta crítica a esta fijación por la mitología pasada ,para ella inasible y fuera de todos los postulados morales y católicos que seguía: Sueños locos, vanas pretensiones que, cual las del rey de la Focida, cuando quiso volar en persecución de las musas, se estrellarán del Desengaño en el tenebroso e insondable abismo abierto por la mano profundizadora de la Realidad, donde el esteticismo modernista se enfrenta al realismo de finales del siglo XIX: figuras imposibles modernistas contra la realidad absolutamente descriptiva realista y naturalista. El esteticismo modernista, en palabras del filólogo Ricardo Gullón: Cuando derivó al «inmoralismo» es porque en última instancia fue un repudio total de los valores vigentes y una negación de la ética burguesa.

Porque en la poética de Soledad también encontramos crítica a la sociedad y sobre todo al trato que la mujer sufría, condenada a estar recluida en su casa, no podía aspirar a otras pretensiones: así lo vemos en «Respuesta a sor Juana Inés” y en su “Pensamiento”: Alfredo Musset ha dicho: “La mujer es el pájaro más bello que existe sobre la tierra…” Yo a mi vez le pregunto: ¿entonces, por qué pretendéis constantemente cortarles las alas?

Cierra la colaboración en este libro conjunto Blanco y negro con “Volad”, un texto en el que anima, a través de las aves sagradas, a la libertad, que para ella es saber elegir el bien y rechazar el mal, virtud para alcanzar la moral cristiana y burguesa.

En otro periódico, El Curioso Extremeño, Soledad realiza escritos de diversos temas y estilos utilizando su propio nombre y dos pseudónimos más: Julio y Victorina. Parece que la razón de la utilización de estos se decanta más por aumentar el número de autores diferentes en la publicación que por razones de sexo, pues el director del diario era su propio marido y nada apunta a que este alimentara la censura o la discriminación a la mujer.

En El Curioso Extremeño, firma con el pseudónimo de Victorina un artículo, titulado “Prosa y verso”, en el que responde a don Julio Acha de “La voz de Extremadura”: Pero yo, que no soy, como usted equivocada ó galantemente me ha llamado, escritora sino aficionada a la literatura, no cojo nada más que en los ratos contadísimos y breves que me permiten mis naturales y continuas atenciones de esposa y madre (…), y continúa: Que conste que el señor Acha ha creído ver un literato extremeño aquí donde solo hay un extremeño amante de las letras, y a las que apenas puede dedicar unos minutos muy de tarde en tarde. Expone que la mujer, aunque pilar de la familia, no debía rehuir de los espacios públicos.     

Bajo el pseudónimo de Victorina reivindica el importante papel que la mujer juega en la sociedad, pone en valor el presente femenino, con pretensión de mejorar la sociedad y de igualar las condiciones de las mujeres: en la sección “Entre nosotras” que dedicada a las mujeres en el periódico, critica las palabras de “una respetable escritora en un artículo publicado ha pocos días”: patentizan que de día en día nos ocupamos y preocupamos más no solo de las corrientes y atenciones domésticas, sino de reunir el recinto apacible del hogar(…). ¡Pobre sociedad si la mujer, mujer desapareciese! Y perdonen los caballeros egoístas la lógica inmodestia, aunque ciertamente no hay de qué. Un feminismo, este, no radical, pero que proclama a la igualdad entre hombre y mujer, no a la superioridad de una sobre el otro, sino que reclama el lugar que ella cree justo:  en el cuento “Un sueño” realiza esta defensa y la pone en boca de la Tierra, donde esta representa a la mujer y reclama al Sol, símbolo de la fuerza y el poder viril: mientras no reconozcas mis verdaderas cualidades me faltará calma para proclamarte superior a mí. Termina el relato con la siguiente enseñanza: La (lucha) del Hombre insensato y la Mujer vejada y ofendida terminará cuando el otro bando, el del Hombre grande, sano de criterio y recto de conciencia, (bando que de día en día es más nutrido), coloque a la mujer no a su misma altura ¿para qué tanto?, sino en un lugar digno y respetable a que, por mil razones, cuya mención huelga, tiene justo, justísimo derecho. Podemos observar su equidistancia con los géneros: no habla como mujer, sino como persona.

Por otra parte escribe artículo con trasfondo humorístico fundamentalmente firmados bajo el pseudónimo Julio: en el número 2 de revista de 1905 hace una oda a la belleza de la mujer, a la que esta le responde de forma clara y contundente: ¿por qué no dejas que luzca / Toita su manificencia / Esa cara, que es un sol / de la manitu primera?/ ¿Por qué…?/     – calla, sinapismo:/ porque me duelen las muelas.

Sobre problemas cotidianos y reales de sus paisanos, también se dirige a las mujeres firmando como Victorina, dándoles “consejo amistoso”. La labor como buenas cristianas, comprometidas con el desfavorecido las empuja a realizar labores de caridad, como el Ropero: Asistid a las conferencias que todos los lunes deben celebrar las Jóvenes del ropero, esa hermosa asociación tan olvidada (…) el fruto de vuestra diligencia será precioso y abundante.

También hay hueco en la producción literaria de Soledad para la familia: así, en 1900 publica una poesía dedicada a su querida hermana Enriqueta en la Revista de Extremadura: Ciencia y Arte de Cáceres. Es esta otra mujer digna de estudio y mención como afirmará Mª. Jesús Viguera Molins en su discurso Episodios andalusíes de Extremadura (Viguera Molins, 2017) . Esta autora era familia directa de ambas hermanas: sobrina-nieta.

Enriqueta Martín Ortíz de la Tabla

Enriqueta nace en Llerena en 1892. Es 17 años menor que Soledad lo cual hace pensar que, dada su estrecha relación, crecería bajo el influjo de su hermana. Así que resulta comprensible que, además de su tendencia natural al emprendimiento y al estudio, Enriqueta estuviera motivada por Soledad para abrirse camino a través de las letras y llegar a ser un caso excepcional por su condición de mujer que proviene de la España rural y que logra formarse y dar clase en dos de los centros más innovadores del s. XX.

El principio del siglo XX se caracteriza por la alternancia de distintas formas de gobierno que propiciaron profundas transformaciones en todas las esferas de la vida pública.  Existe un conflicto entre los partidarios de la ideología del pasado y los que se apoyan en la perspectiva moderna de construir una conciencia nacional también por el auge de los nacionalismos. Pero una causa común se alza, la de mejorar la educación dado el altísimo nivel de analfabetismo de la nación. Tanto liberales como conservadores entienden que deben ponerse de acuerdo y así en 1900 se crea el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes lo cual hace que el estado financie la educación pública pretendiendo impulsarla. Pero el crecimiento de la escuela es muy lento y existen un escaso número de estudiantes de secundaria y universitarios y ninguna mujer. La II República traerá consigo la llamada Edad de Plata de la Cultura y la Edad de Oro de Pedagogía española favoreciendo los procesos de secularización y socialización de la Cultura. 

En el último cuarto de siglo XIX nace en nuestro país la inquietud acerca de la realización de la mujer como persona, la participación en el mundo del trabajo exigida por el despliegue de la industrialización y la combinación de deseos particulares con sus ineludibles deberes de esposa y madre. Así que existía una nueva legislación que permitía a las mujeres el acceso a la educación superior, lo cual posibilitaba su salida del ámbito doméstico y el acceso al mercado laboral. Por otra parte, la Constitución, vigente entonces, contemplaba la libertad en la creación de asociaciones lo que favorecerá la aparición de las mismas, así surgirán las primeras asociaciones feministas.

En 1870 se funda la Asociación para la Enseñanza de la Mujer con el objetivo de influir en el desarrollo de la mujer en todas las facetas de la vida. Se da una visión más profesionalizadora (ya no se educan madres, sino mujeres). Va a tener trascendencia en otros lugares además de Madrid. Fue la primera institución educativa estable y los profesores que impartían clases pasarán también a ser de la Institución Libre de Enseñanza; ya que fueron retirados de sus puestos de trabajo porque durante uno de los períodos conservadores se prohibirá la libertad de cátedra. En 1876 nace La ILE de manos de Fernando de Castro y Francisco Giner de los Ríos y otros catedráticos inspirados por Juán Sanz del Rio y su adaptación de la filosofía krausista.

Nos centramos en la ILE porque en torno a ella se va a crear un núcleo de personas, un entorno intelectual que tendrá enorme influencia en las políticas educativas que propiciarían el desarrollo profesional de Enriqueta.

Institución Libre de Enseñanza

El krausismo busca el perfeccionamiento del hombre a partir del hombre mismo, por ello la predilección por la pedagogía y el derecho español. Sería el mentor espiritual e ideológico de la Institución Libre de Enseñanza que dio amplio relieve a la cuestión femenina y fue pionero a la hora de poner en marcha una serie de iniciativas pedagógicas destinadas a mejorar la condición de la mujer española. Defendió el papel de la mujer como maestra, su derecho a ascender a todos los niveles de la enseñanza y la coeducación desde la primera infancia. Coincidirá con el período aperturista iniciado por la Revolución de 1868 y consolidado tras el asentamiento de la Restauración de 1876.

En 1881, aquellos fundadores de ILE regresan a sus cátedras beneficiados por el gobierno liberal que ahora ocupará el poder, empieza a crearse la institución difusa: entorno que comulgaban con estas ideas en todo el territorio nacional. 

El acceso de las mujeres a la educación superior se dio en tres etapas:

-1872-1881 se licenciaron 7 mujeres pero no les dejaron ejercer.

-1882-1887 se prohibió a las mujeres el acceso a la enseñanza superior e incluso al bachillerato pero ante las múltiples protestas que se dieron, dicha prohibición solo duraría un año.

-En 1888 la Dirección de Instrucción Pública a través de la Real Orden de 11 de junio reconoce que las mujeres deben ser admitidas en todos los niveles educativos aunque de forma limitada, como alumnas de enseñanza privada y con necesidad de consulta a la Superioridad si alguna de ellas solicitaba matricula oficial. Esta ambigua situación y tercera etapa se prolongó hasta que el 8 de marzo de 1910 cuando una Real Orden derogaba las disposiciones de 1888; estableciendo, por fin, la admisión de mujeres sin limitación alguna en todos los centros docentes de enseñanza oficial o no oficial. Según otra Real Orden del 2 de septiembre de 1910 del Ministerio de Instrucción Pública se dispone, además, que la posesión de los diversos títulos académicos habilitará a las mujeres para el ejercicio de cuantas profesiones tengan relación con este Ministerio. Así, quedaba autorizado el acceso de las mujeres al Cuerpo Facultativo, siempre y cuando dispusiesen de los títulos académicos requeridos y superasen los exámenes oportunos (Rodríguez Tohajas, 2013).

En 1907 con la creación de Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, se empieza a poner en práctica los postulados de saneamiento de la enferma sociedad española. Formado por algunos hombres de la ILE como Santiago Ramón y Cajal, la única mujer que formará parte del patronato es María de Maeztu, en 1926, que también fue la directora de la Residencia de Señoritas. Crean becas para estudiar en el extranjero y de esa manera promover la ciencia en España a través de centros de investigación. Enriqueta será un ejemplo destacado de la eficacia de la red de centros que teje esta Junta dado que proporcionaba a una ciudadana proveniente de lo que se denominaba la Extremadura rural, además de becas para estudiar en el extranjero, ejercer el profesorado, como veremos más adelante. Enriqueta, tras finalizar en 1919 la licenciatura, marchará al Smith College (Massachusetts) para ejercer de «Instructor of Spanish»  entre 1919-1920  y, entre 1925-1926,  al Vassar College de Nueva York. 

En 1909 se crea la Escuela Superior de Magisterio la cual formaba profesoras para las escuelas normales y a inspectoras y en 1909 se abre la universidad a las mujeres. Como resultado de la preocupación por la vida social de los estudiantes surgen las residencias. En el curso 1915-1916 se abre la Residencia de Señoritas para solventar los problemas de alojamiento tras el aumento de mujeres matriculadas en la universidad, en la escuela superior de magisterio, archivos, bibliotecas…

Va cambiando el perfil de las mujeres aunque existe una declaración moderada sobre la educación de la mujer: que estudie pero que no olvide sus virtudes. En 1918 se abre las puertas a las mujeres para las oposiciones a la administración que cada vez cogerá más importancia.

En este contexto la Institución Libre de Enseñanza influirá en el número de matriculadas en la universidad que empezará en 1915 con una mujer, pasará a 39 en 1922 y a 179 en 1935. Directamente proporcional es el aumento de mujeres en la Residencia de Señoritas: en 1915 habrá 30, en 1916,60 y en el 1917-18 habrá un crecimiento, mayor del doble gracias a la aportación de ayudas, personales, e infraestructuras de parte del Instituto Internacional. En 1930 habrá más de 200 y el número descenderá en la guerra civil. La mujer española optó durante la década de 1920 por dos carreras fundamentales: Filosofía y Letras y Farmacia. La primera fue la más demandada porque precisamente permitía el acceso a las oposiciones de este Cuerpo y a las cátedras de Instituto.

Enriqueta se licenció en Filosofía y Letras y se doctoró en la especialidad de Historia en la única universidad donde se permitía el doctorado, en la de Madrid. Su vinculación con la Residencia de Señoritas al ser ella una residente le terminaría llevando a la profesión de bibliotecaria a la cual, en aquella época, se podía acceder únicamente a través de dos vías: la Escola de Bibliotecaries de Barcelona o la Residencia de Señoritas de Madrid.

Su labor en La Residencia de Señoritas

Enriqueta Martín y Ortiz de la Tabla fue la extremeña con mayor presencia en la Residencia de Señoritas. Estuvo ligada a ella desde 1916 y continuó su labor hasta 1936. Posteriormente trabajó en la biblioteca del Institute for girl in Spain, una de las instituciones que más colaboró con la Residencia (Vázquez Ramil, 2012). 

Creó un gran vínculo con la directora de la Residencia, María de Maeztu pues existe correspondencia que así lo demuestra. En una ocasión Maeztu le entregó folletos informativos de la Residencia y el Instituto-Escuela para repartir en distintos pueblos de Extremadura y Enriqueta le escribió comentándole que unas cuantas paisanas suyas se matricularían en la universidad y solicitarían la entrada a la Residencia.

El empeño del Instituto Internacional por mejorar la cultura de las residentes llevó a la creación de una biblioteca, que contaría inicialmente con más de doce mil volúmenes. Bibliotecarias americanas se encargarían de clasificar sus fondos siguiendo el Sistema Decimal de Dewey y también de impartir clases de Biblioteconomía, a las que podían asistir las residentes pero también alumnas externas. Ruth Hill se encargó de coordinar este nuevo catálogo con ayuda de otras españolas pagadas por el propio Instituto Internacional. Se impartieron cursos de Biblioteconomía desde 1928 y hasta 1936. En otra carta dirigida a Maeztu en 1929 señaló que podía contar con ella para todo tipo de proyectos a los que se enfrentara la Residencia, estando encantada de colaborar y trabajar allí y por supuesto, dispuesta a ayudar con los planes que tuviera para la biblioteca. De esta forma, poco a poco fue ostentando una doble función. Por un lado, tomando las riendas de la biblioteca, siendo directora y, por otro, siendo docente en la residencia, impartiendo clases de biblioteconomía desde 1929 a 1936 (Cáceres Muñoz, 2019). 

De las distintas funciones y gestiones que desempeñaba Enriqueta en la biblioteca y de la copiosa relación epistolar que mantenía con Maeztu, se demuestra que su opinión fue relevante en los últimos 5 años de vida de la institución .Se encargó de todo lo referente a la solicitud, compra y venta de libros, préstamos y convenios con el Comité de Boston –institución de importante colaboración– y otras bibliotecas de Madrid, normas y reglamentos de las clases de la Residencia, remodelaciones arquitectónicas de la misma, casos especiales de alumnas con pocos recursos, etc. 

Dos obras interesantes en las que Enriqueta Martín participa fueron: unas Reglas de catalogación (Fig. 15. Anexo I) redactadas por las alumnas de los cursos de biblioteconomía de la Residencia de Señoritas publicadas por ellas mismas en 1934 y coordinadas por la propia Enriqueta; un manual publicado en 1948 titulado Bibliotecas (Fig. 16. Anexo I) que fue realizado con el propósito de servir como guía didáctica en los cursos de biblioteconomía del Instituto Internacional (Rodríguez Tohajas, 2013).

Estuvo vinculada a iniciativas que subrayaban la importancia de la literatura para niños como fue la organización junto a Juanita Capdevielle, Pilar Lamarque Sánchez, Juanita Quílez, de la celebración de la Primera Exposición de Bibliotecas Infantiles, en Madrid en el salón del Círculo de Bellas Artes en mayo de 1933. 

Una vez terminada la Guerra Civil, la Residencia de Señoritas reinicia su funcionamiento el 15 de febrero de 1940, tras ser nombrado el nuevo Patronato. Rebautizada con el nombre de Colegio Mayor “Teresa de Cepeda”, reabre sus puertas en el mes de marzo, continuando con algunas de las viejas iniciativas como los cursos de Biblioteconomía dirigidos por Enriqueta Martín y las clases complementarias de Latín, Griego, Alemán y Francés. Paralelamente, entre 1940 y 1949 ejerció como la representante semioficial del Instituto, cargo que desempeñó hasta su jubilación en 1960, aunque sin renunciar por ello a su labor como bibliotecaria. Una vez jubilada, se hizo cargo de la ordenación del archivo documental del Instituto Internacional, con el que había estado vinculada desde 1919.

Huelga decir que pese al evidente desarrollo de la profesionalización de la mujer, seguían existiendo diferencias discriminatorias que se hacían evidentes a través de los sueldos. La mujer, ocupando el mismo puesto que el hombre, recibía un salario inferior por considerarse menos capacitada que el hombre, se apelaba a la inferioridad de su naturaleza misma. 

María Fernández Martín (1901-2003)

Hija de Pablo y Soledad. Estudió en Sevilla magisterio y después Farmacia en Madrid.  Ejerce de farmacéutica en su propio establecimiento en Llerena, lugar donde nació, hasta que la vendió y se trasladó a Madrid en 1945 para comprar una farmacia donde seguir con su profesión y ganarse la vida para mantener a los dos hijos que tendría con Zacarías Laguna Mogena, que fue gobernador civil de Badajoz y que fue fusilado en 1936. Heredó de su familia la preocupación por los desfavorecidos como podemos apreciar en el logotipo de su negocio (Fig. 17, Anexo I), ofreciendo análisis gratuitos a los más necesitados.

A María le marcará, como a muchas más, la guerra civil. Con ella perdió a su padre y a su marido y tendría que cuidar de dos hijos en un ambiente convulso en que las mujeres ya no es que tuvieran que luchar por ganar derechos sino que tenían que luchar para conservarlos.

María Fernández Grandizo fue detenida en Madrid, donde vivía,  el 8 de diciembre de 1952 por dar alojamiento a G. Munis que había vuelto clandestinamente a España para promover huelgas junto con Jaime Fernández, como la huelga de tranvías en Barcelona. Junto a ellos dos fueron encarcelados los hijos de María: Emilio y Manuel. Munis cumplió 4 años de cárcel (gran parte de ellos en El Dueso), María dos años y Manuel estuvo en Carabanchel hasta el 24 de septiembre de 1953, que salió en libertad provisional a espera de juicio; pero  se fugó a Francia junto a su amigo Fernando Gasca y se exilió en México, donde vive en la actualidad.

Muere en el 2003 y sus cenizas fueron llevadas al cementerio de San Lorenzo, en Ronda donde reposaban los restos de su esposo fusilado en 1936.

Tras la Guerra Civil, en abril de 1939, cae la República y los sublevados con su profundo desprecio por las ideas y los valores de esta, tirarán por tierra las reformas establecidas y con ella todos los avances y mejoras conseguidos y concedidos a las mujeres de los cuales quizás los más representativos sean la eliminación de la igualdad jurídica y el retorno de la mujer al hogar. En definitiva, se recupera una tradición que residía en una mentalidad que pervivía y aún pervive en la conciencia colectiva.

Epílogo

En el mes de septiembre de 2019 se trasladaron de lugar los restos mortales de  D. Pablo en el cementerio de Llerena. Mostramos aquí una fotografía de aquel enterramiento donde descansaba junto a sus padres (Fig. 18, Anexo I). Al ver esta lápida ahora no podemos sino recordar la imagen de D. Pablo, maniatado a D. Antonio Sánchez Rajo (alias El Diablo), jornalero llerenense, puestos contra las tapias para ser fusilados (Olmedo, 2010). Esa metáfora de la Historia, que unía, con una soga y por las manos, a D. Pablo, representante de la revolución democrático-burguesa, con la de D. Antonio, que encarnaba la revolución proletario-socialista; ambas unidas por un destino trágico de la Historia. 

La noticia de su muerte se propagó por todo el pueblo de Llerena aquellos días de mediados de agosto. Fue un chute de miedo en las venas del cuerpo social llerenense, que produjo una parálisis en su vida  social civilizada, y que duró mucho más de cuarenta años. Entonces se instaló en este país la involución fascista.

ANEXO I

ANEXO II

Propuesta de la Alcaldía a la Comisión Gestora del Ayuntamiento de Llerena de 1 de febrero de 1938.

Por el señor Alcalde se expone a la corporación los siguientes hechos: que los primeros días del mes de octubre de 1936 o sea, dos meses después de la liberación de este pueblo por las fuerzas del glorioso ejército salvador, se trasladó a este Ayuntamiento del Cuartel de la Guardia Civil y por orden del señor Comandante de este Puesto, el material de escritorio que existía en la Imprenta y papelería de Don Pablo Fernández Grandizo, con el fin de que fuese destinado, a proveer del mismo a los distintos Organismos Oficiales, tales como la Comandancia Militar, Cuartel de Falange Española, Cuartel de la Guardia Civil y estas Dependencias Municipales. Que en efecto, desde aquella fecha hasta la presente, se han venido surtiendo los organismos indicados, de referido material, y de cuyo suministro, se conservan los correspondientes justificantes, salvo del que se efectuó, en los primeros tiempos, en que por la precipitación de las actuaciones no se tuvo en cuenta. Pero como le consta de una manera pública y fehaciente, de que así fue, proponía a la Corporación tomar el acuerdo, para el caso de que por algún organismo autorizado se exigiera su importe, abonar por el total del suministro en lo que afecta a estas Dependencias Municipales, y de las consignaciones en Presupuesto, para material de Secretaría, Intervención y Depositaría, ya que lo veía de justicia por haber sido este su destino.

Los Señores Gestores, después de amplia y detenida información, teniendo en cuenta lo acertado y justo de la propuesta, por unanimidad acordaron suscribirla en todas sus partes

Sentencia del  Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Cáceres contra D. Pablo Fernández Grandizo

Sentencia.

(Al margen)Señores.

Presidente: comandante don Luis Cabanas Vallés.

(Al margen) Vocales 

Don Enrique Moreno Albarrán.

Don Ángel mancha Godoy.

En la ciudad de Cáceres a 14 de mayo de 1941.

Visto por este Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas el expediente número cuatro de  1938, tramitado por el Juzgado de Instrucción de Llerena, contra Pablo Fernández Grandizo, vecino de Llerena, mayor de edad, casado, industrial y solvente y siendo Ponente el Juez de Primera Instancia e Instrucción D. Enrique Moreno Albarrán.

RESULTANDO:  que tramitado este expediente por el Juzgado de Instrucción de Llerena en virtud de orden de la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de Badajoz, se practicaron cuantas diligencias fueron estimadas pertinentes, de las que se deduce que PABLO FERNÁNDEZ GRANDIZO, fue de ideas republicanas destacándose desde el año treinta y uno en la propaganda figurando en actos públicos, y organizó el partido de acción republicana que dejó de existir a raíz de las elecciones del treinta y tres, apartándose a partir de aquel momento de la actividad política local. Durante el periodo electoral en 1936, aunque no de un modo directo, utilizando su prestigio, apoyó la candidatura izquierdista y aunque al reorganizarse el partido de izquierda republicana no consta que ocupase ningún cargo, ni aún que formara parte de él, permaneció en contacto con los elementos que lo dirigía con la finalidad indicada. Según expresan los informes falleció después de transcurridos varios días desde la fecha de la liberación del pueblo en que fue detenido, confirmándolo la certificación del registro civil unida al expediente, en que consta que falleció en choque con la fuerza pública el 16 de agosto del treinta y seis.

RESULTANDO: Que según aparece en el expediente, el encartado posee un saldo de cuenta corriente en el Banco Español de Crédito por valor de dos pesetas y treinta céntimos, una papelería que fue intervenida y trasladabas sus existencias al Cuartel de la Guardia Civil en los momentos posteriores a la entrada de las tropas nacionales en la localidad, entregándose por ellas algunos efectos a diversas entidades, mediante recibo, trasladándose lo restante a un local del Ayuntamiento; una Imprenta que por acuerdo de la Comisión Gestora Municipal, fue utilizada durante algún tiempo como imprenta Municipal; los muebles y libros de su despacho de Abogado y la tercera parte indivisa del piso bajo de una casa en la calle Santiago número treinta.

RESULTANDO: Que tanto por el Juzgado de Instrucción durante el periodo de su tramitación, por este Tribunal se ha dado cumplimiento a los preceptos de carácter procesal y disposiciones complementarias en cuanto a aquel y a la vigente Ley de Responsabilidades Políticas por lo que se refiere a este Tribunal, y que habiéndose puesto el expediente de manifiesto para instrucción y defensa de los herederos del encargado del encartado, ha presentado escrito en su representación el Letrado Sr. Álvarez Guerra, en el que manifestó que los hechos que como probados podían deducirse de lo actuado en el expediente, no podían constituir materia de responsabilidad, porque a partir de primero de octubre del treinta y cuatro y antes del diez y ocho de Junio del treinta y seis, no tengo la menor intervención política, por lo que suplico se dictase sentencia declarando sin responsabilidad a su representado.

CONSIDERANDO: Que los hechos relacionados en el primero del de los resultando y que se declaran probados y merecen la calificación de leves, como comprendidos en el apartado e) del artículo cuarto de la vigente Ley de Responsabilidades Políticas, sin que sea de apreciar la concurrencia de circunstancias modificativas.

Vistos además del citado, los artículos uno,dos , ocho, trece, cincuenta y cinco y siguientes y demás relacionados y de general aplicación, por unanimidad, 

FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos al expedientado ya fallecido vecino de Llerena PABLO FERNÁNDEZ GRANDIZO, a que satisfaga al Estado por vía de indemnización como responsable político la cantidad de MIL PESETAS, las cuales deberán hacerse efectivas con cargo a su caudal hereditario en la forma y con las excepciones que previene el artículo 15 de ….

  1. Noticia aparecida en La Correspondencia de España: diario universal de noticias: Año LIII, Número 16097, de 4 de marzo de 1902.

  2. Eulogio Montero Santarén, Monografía Histórico-Descriptiva de la ciudad de Llerena.

  3. Periódicos locales que antecedieron a la Semana llerenense fueron: El Tío Juan, La Corneja, El Sur de Extremadura, El Látigo, La Solución

  4. Revista de Extremadura: Ciencia y Arte. Año, III, número XXI, de 1 de marzo de 1901, pg. 138

  5. Nuevo Diario de Badajoz: periódico político y de intereses generales. Año X, nº. 2561, 24 de enero de 1901.

  6. Sacado del artículo titulado “… por lo que valiere” publicado en El Curioso Extremeño, Año II, número 21, de 10 de mayo de 1906.

  7. En 1916 figuraba en el lugar 21 de entre una lista de 60 contribuyentes.

  8. Fondo Hemerográfico histórico del Archivo Municipal de Llerena, Legado de la familia de Rafael Domínguez.

  9. El periódico la Voz de Extremadura, recoge en sus páginas tres crónicas referidas a estos mítines.

  10. Los resultados de ambas elecciones se publicaron respectivamente en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz, 15 de abril y de 3 de junio de 1931 respectivamente.

  11. El día 14 según cuenta Juan Simeón Vidarte en su libro No queríamos al rey, el mismo quedo como alcalde de Llerena, suponemos que al frente del comité revolucionario.

  12. Ángel Olmedo Alonso, De la esperanza revolucionaria a la fosa común. Represión franquista en el caso de Llerena (Badajoz), publicado en Memória antifranquista del Baix Llobregat. Año 8, nº. 12, 2012.

  13. En 1930 Luis Rastrollo era presidente de la Juventud Socialista de Llerena.

  14. D. Quintín, a los pocos días de su nombramiento como alcalde tuvo que renunciar a este cargo por ser incompatible con su profesión de maestro funcionario.

  15. El cuatro de marzo los diarios Heraldo de Madrid, El Sol y La Libertad recogen la detención de este “individuo comunista”.

  16. Sobre ello hemos escrito en extenso en dos artículos: Mateos Ascacibar, Francisco J. Nuevas imágenes de los episodios del 5 de agosto de 1936 en Llerena: Rescate de un fondo fotográfico para nuestro patrimonio histórico. Revista de Fiestas Mayores Patronales, Llerena, 2007. Mateos Ascacibar, Francisco J. Trabajos sobre nuestra memoria histórica. Revista de Fiestas Mayores Patronales, Llerena, 2011.

  17. Espinosa, Francisco. La columna de la muerte: El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz, Barcelona, 2007. Y el documental de Ángel Hernández García, et al. La columna de los 8000, Llerena, 2005.

  18. En Llerena las tropas y las milicias de Falange siguieron la Instrucción Reservada de 30 de junio de 1936, en su punto “q” que decía: “Eliminar a los elementos izquierdistas: comunistas, anarquistas, sindicatisata, masones, etc.”. Además la Orden General de Operaciones número 1, del general Franco, firmada el 1 de agosto ordenaba que “se redujeran los elementos revolucionarios con energía extrema”.

  19. Este documento pertenece al archivo privado de D. Manuel Laguna Fernández-Grandizo y figura transcrito su parte fundamental en el Anexo II.

  20. Este documento figura transcrito en el Anexo II.

  21. Aparece en El Bético-Extremeño, número programa, Llerena, 1892.

  22. “Prosa y verso”, El curioso extremeño, junio de 1906, año II, Nº23.

  23. Blanco y Negro: miniaturas novelescas, ensayos poéticos, estudios naturistas.

  24. En el capítulo de Blanco y Negro titulado «Pensamientos sobre pensamientos» , pg. 121

  25. Aparece en la página 123 de su libro “Blanco y Negro”.

  26. El Curioso Extremeño, año II, nº23 , junio de 1906.

  27. El Curioso Extremeño, año I, nº 2, Llerena, 25 de julio de 1905

  28. El Curioso Extremeño , año I, nº5,10 sept. de 1905.

  29. El Curioso Extremeño, año I, nº 8, 25 de octubre de 1905.

  30. Tal fue su estrecha unión que sus restos reposan juntos en el mismo nicho del cementerio de Llerena, por deseo de Enriqueta.

  31. Otros componentes del grupo de Munis que cayeron entonces fueron: Jesús López Atance, Ángel Cebollero Contante, Ernesto Tojo Gaitán, Ignacio Leyva Valenzuela, Pedro Blanco Pérez y Miguel Pila Penagos.

BIBLIOGRAFÍA

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Cartas de Emilio a Manolo Laguna

Cartas de Munis a Pablo

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Cometa Halley